La Fe En Dios Nos Da La Fuerza Para Superar Cualquier Obstáculo

La vida es un camino que tiene muchos obstáculos, que son situaciones o dificultades que se oponen a nuestro avance, a nuestro bienestar o a nuestro propósito. Los obstáculos pueden ser de diferentes tipos, como enfermedades, pérdidas, persecuciones, conflictos, tentaciones, entre otros. Los obstáculos pueden provenir de diferentes fuentes, como el pecado, el diablo, el mundo o nosotros mismos. Estos pueden tener diferentes efectos, como debilitarnos, desanimarnos o desviarnos.

La Biblia nos enseña que la fe en Dios nos da la fuerza para superar cualquier obstáculo. Se trata de la confianza o la certeza de que él existe, de que él es bueno y de que él cumple sus promesas. La fe en Dios es la respuesta de nuestro corazón a su revelación, a su gracia y a su poder. La fe en Dios es la actitud de nuestro espíritu que se aferra a su palabra, a su voluntad y a su obra.

¿Qué es la fe en Dios?

La fe en Dios es la confianza o la certeza de que él existe, de que él es bueno y de que él cumple sus promesas. No es una ilusión o una fantasía, sino una convicción o una garantía. No se trata de una duda o una incertidumbre, sino una seguridad o una firmeza. No es una opinión o una preferencia, sino una verdad o una realidad.

La fe en Dios se basa en tres fundamentos: su revelación, su gracia y su poder. Su revelación es el modo como él se da a conocer a nosotros por medio de su creación, de su palabra y de su Hijo Jesucristo. Su gracia es el favor inmerecido que él nos muestra al perdonar nuestros pecados y al darnos la vida eterna por medio de su Hijo Jesucristo. Su poder es la capacidad sobrenatural que él tiene para hacer todas las cosas según el consejo de su voluntad y para obrar todas las cosas para bien de los que le aman.

La fe en Dios se expresa en tres formas: creer, confiar y obedecer. Creer significa aceptar como verdadero lo que Dios dice, aunque no lo veamos, aunque no lo entendamos o aunque no lo sintamos. Confiar implica depender de Dios con humildad, con sencillez y con gratitud. Obedecer significa acatar lo que Dios manda con diligencia, con amor y con alegría.

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¿Qué fuerza nos da la fe en Dios?

La fuerza que nos da la fe en Dios es la capacidad sobrenatural para resistir, para vencer y para avanzar ante cualquier obstáculo. Esta no depende de nuestras condiciones naturales, sino de su gracia sobrenatural. La fuerza que nos da la fe en Dios no se basa en nuestras emociones humanas, sino en su paz sobrenatural. La fuerza que nos da la fe en Dios no se mide por nuestros resultados visibles, sino por su gloria sobrenatural.

La fuerza que nos da la fe en Dios se manifiesta en tres aspectos: resistir, vencer y avanzar. Resistir significa soportar con firmeza y sin desmayar las presiones, las dificultades o las tentaciones que se presentan en el camino. Vencer significa superar con éxito y sin rendirse los desafíos, los problemas o los enemigos que se oponen a nuestro avance. Avanzar significa progresar con constancia y sin retroceder hacia el propósito, el destino o la meta que Dios tiene para nosotros.

La fuerza que nos da la fe en Dios se apoya en tres recursos: su palabra, su Espíritu y su pueblo. Su palabra es la fuente de verdad, de sabiduría y de autoridad que nos guía, nos enseña y nos corrige. Su Espíritu es el agente de poder, de consuelo y de testimonio que nos capacita, nos ayuda y nos convence. Su pueblo es el instrumento de amor, de edificación y de servicio que nos acompaña, nos anima y nos apoya.

¿Qué obstáculos podemos superar con la fe en Dios?

Podemos superar cualquier obstáculo con la fe en Dios, porque no hay nada imposible para él, ni hay nada que se pueda comparar con él. Superamos cualquier obstáculo con la fe en Dios, porque él tiene el control de todas las cosas, y él obra todas las cosas para bien de los que le aman. Podemos superar cualquier obstáculo con la fe en Dios, porque él está con nosotros en todo momento, y él no nos deja ni nos abandona.

Superamos los obstáculos con la fe en Dios, como lo hicieron los héroes de la fe que nos relata la Biblia. Podemos superar el obstáculo del pecado, como lo hizo Abraham, que creyó a Dios y le fue contado por justicia (Génesis 15:6; Romanos 4:3). Podemos superar el obstáculo de la enfermedad, como lo hizo la mujer que padecía de flujo de sangre, que tocó el manto de Jesús y fue sanada (Mateo 9:20-22).

Superamos los obstáculos de la pérdida, como lo hizo Job, que perdió todo lo que tenía, pero no maldijo a Dios ni pecó contra él (Job 1:21-22). Podemos superar el obstáculo de la persecución, como lo hizo Esteban, que fue apedreado por su testimonio de Cristo, pero perdonó a sus verdugos y murió en paz (Hechos 7:59-60).

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Podemos superar el obstáculo del conflicto, como lo hizo José, que fue traicionado por sus hermanos, pero los perdonó y los bendijo (Génesis 50:19-21). Superaremos el obstáculo de la tentación, como lo hizo Jesús, que fue tentado por el diablo en el desierto, pero le resistió con la palabra de Dios (Mateo 4:1-11).

Conclusión

La fe en Dios nos da la fuerza para superar cualquier obstáculo. Él es el que existe, el que es bueno y el que cumple sus promesas. Él es el que nos revela su voluntad, nos muestra su gracia y nos da su poder. Él es el que nos invita a creerle, a confiarle y a obedecerle. El Señor es quien nos da la capacidad para resistir, para vencer y para avanzar. Él es el que nos provee su palabra, su Espíritu y su pueblo.