El Necio Y Su Dinero Se Separan Pronto Significado
"Hay tesoros que desear y aceite en la morada del sabio, pero el necio los gasta". (Proverbios 21:20). La Biblia tiene enseñanzas que podemos aplicar a todos los aspectos de nuestra vida.
Proverbios 21:20 nos dice cómo maneja las finanzas una persona sabia y una insensata. Inspiró un proverbio popular que dice: "Un tonto y su dinero se separan pronto". Veamos las valiosas lecciones que podemos aprender de este versículo:
1. Sabiduría y locura en el Libro de los Proverbios
Este proverbio compara las acciones de una persona sabia y de una persona necia. Este tipo de comparación es bastante común en el libro de los Proverbios. Por lo tanto, debemos comprender lo que el autor bíblico quería decir cuando hablaba de sabiduría.
Salomón, inspirado por el Espíritu Santo, escribió que "el temor del Señor es el principio de la sabiduría" (Proverbios 9:10 RVR). La sabiduría bíblica empieza por conocer y obedecer al Señor. Así, la persona que sirve al Señor y vive de acuerdo con lo que enseñan las Escrituras es "sabia".
En cambio, los "necios" son los que viven alejados de Dios y no se preocupan de seguir sus mandatos (Proverbios 1:7). Con estos conceptos en mente, examinemos ahora el versículo con más detalle.
Mira TambiénYo soy el Camino, la Verdad y la Vida Significado#2. Cómo tratan los sabios la riqueza
La primera parte de Proverbios 21:20 dice: "Hay tesoros que desear y aceite en la morada de los sabios". La palabra "tesoro" en el texto original hebreo también puede traducirse como "almacén, reservas de comida o bebida" (según el diccionario). La NVI traduce la primera parte de este versículo como "El sabio almacena alimentos selectos y aceite de oliva".
Por lo tanto, la frase "tesoro apetecible" se refiere a los productos valiosos que se guardan en la casa de esa persona (en este contexto, quizá alimentos y bebidas de buena calidad). La palabra "aceite" se refiere a un producto, generalmente hecho de aceitunas, que se utilizaba para hacer perfumes, se empleaba como medicina, como combustible para las lámparas y como condimento para cocinar.
El aceite de oliva era también un signo de abundancia (Deuteronomio 8:8). En esta breve frase, el autor afirma que una persona sabia utiliza su riqueza para comprar y almacenar productos útiles, como alimentos, bebidas y medicinas en su casa. Estos bienes son preciosos (tesoros) y deben ser deseados porque todos los necesitan.
Este almacenamiento no es sólo para el presente, sino también para el futuro (Proverbios 6:6-8). Este proverbio nos enseña la importancia de utilizar nuestros recursos financieros para adquirir y almacenar productos que satisfagan nuestras necesidades básicas, como los alimentos (Isaías 55:2).
El escritor de la Biblia nos enseña que podemos mantener a nuestra familia, ahorrar para el futuro y compartir con los necesitados (Proverbios 21:26). Se trata de ser generoso, no tacaño.
#3. Cómo tratan los tontos a la riqueza
La segunda parte del proverbio dice: "Pero el necio lo gasta". En lugar de comprar lo que necesitan (comida, bebida, medicinas, etc.) y guardarlo para el futuro, los tontos malgastan su riqueza. Lo gastan todo para satisfacer sus deseos.
Mira TambiénVivir Es Cristo Y Morir Es Ganancia SignificadoUn buen ejemplo de este tipo de tonto es el hijo pródigo (Lucas 15:11-31). Reclamó su herencia antes de que su padre muriera. Sólo esto nos muestra lo insensato que fue al desobedecer el mandato de Dios (Éxodo 20:12). Luego se fue a un país extranjero y "malgastó sus bienes en el libertinaje" (Lucas 15:13). Cuando llegó la hambruna, no le quedó nada.
Así que la segunda parte del versículo nos enseña lo que no debemos hacer. Tenemos que tener cuidado porque una de las principales razones de la mayoría de los problemas financieros actuales es que derrochamos el dinero en cosas que no necesitamos. El proverbio nos enseña que, si queremos ser sabios, debemos cuidar la riqueza que Dios nos ha confiado.
#4. ¿Cuál es tu tesoro?
Observa que este proverbio muestra que el problema no es la abundancia o la falta de riqueza. El problema es lo que cada persona hace con ella. Esto es lo que distingue a los sabios de los necios. Pablo dijo que "el amor al dinero es la raíz de todos los males" (1 Timoteo 6:10). El problema no es el dinero, sino el amor al dinero.
Jesús dijo a sus discípulos que "no acumulen tesoros en la tierra" (Mateo 6:19). No quiso decir que no debamos almacenar cosas útiles o prepararnos para el futuro. Quiso decir que no debíamos poner nuestra confianza en nuestra riqueza o posesiones. Concluyó diciendo que "porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón" (Mateo 6:21).
Si ponemos nuestra confianza en nuestras posesiones terrenales, éstas nos alejarán de Dios. No son nuestros verdaderos tesoros. Dios es. Jesús también nos enseña que no debemos preocuparnos por la comida, el vestido y otras necesidades, porque el Padre proveerá (Mateo 6:25-33). Debemos tener en cuenta que Dios es nuestro proveedor, incluso cuando planificamos y ahorramos para las próximas temporadas.
¿Recuerdas a José en Egipto? Almacenó mucho grano durante los años de abundancia para prepararse para la hambruna que se avecinaba (Génesis 41). Pero su confianza no estaba en la enorme cantidad de comida que había almacenado, sino en el Señor (Génesis 45:5-8).
Conclusión
Este versículo nos enseña que la persona sabia utiliza su riqueza con previsión y moderación, siendo también generosa con los necesitados. El necio lo utiliza en la autocomplacencia. Como hijos de Dios, debemos confiar en que el Señor proveerá nuestras necesidades.
Cuando Él lo hace, debemos ser sabios al tomar decisiones con los recursos que nos ha dado, especialmente con el dinero. El uso que hacemos de nuestra riqueza es un testimonio de nuestro amor a Dios y a los que nos rodean.
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