Mateo 24:15: Significado De “La Abominación Desoladora”
Mateo 24:15 es uno de los versículos más misteriosos y proféticos de la Biblia, especialmente en lo que se refiere al tema del fin de los tiempos y la segunda venida de Cristo. En este artículo, vamos a explorar el significado de la frase “la abominación desoladora” con base bíblica, y a ver cómo podemos aplicar este versículo a nuestra vida cristiana.
El contexto de Mateo 24:15
Mateo 24:15 forma parte del llamado “discurso escatológico” o “discurso del monte de los Olivos”, donde Jesús responde a las preguntas de sus discípulos sobre el futuro de Jerusalén, del templo y de su propia venida. En este capítulo, Jesús predice la destrucción de Jerusalén y del templo, las señales del fin de los tiempos y su regreso glorioso.
En el versículo 15, Jesús dice:
“Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel (el que lee, entienda)” (Mateo 24:15).
Esta frase es una alusión directa al libro de Daniel, donde se menciona varias veces la expresión “la abominación desoladora” o “la abominación que asola” (Daniel 9:27; 11:31; 12:11).
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La frase “la abominación desoladora” ha sido interpretada de diferentes maneras por los estudiosos bíblicos. Algunas posibles interpretaciones son:
- Un ídolo pagano: algunos creen que la abominación desoladora se refiere a una imagen o estatua de un dios pagano que se colocaría en el lugar santo del templo, profanándolo y provocando la ira de Dios. Esta interpretación se basa en el hecho histórico de que Antíoco IV Epífanes, un rey seléucida que gobernó sobre Palestina en el siglo II a.C., invadió Jerusalén, saqueó el templo, prohibió el culto judío y erigió una estatua de Zeus en el altar de los holocaustos, sacrificando cerdos impuros en su honor. Este acto fue considerado como una abominación desoladora por los judíos, y provocó la rebelión de los macabeos, que lograron recuperar el templo y purificarlo.
- Un ejército invasor: otros creen que la abominación desoladora se refiere a un ejército invasor que asediaría y arrasaría Jerusalén y el templo, causando una gran devastación y sufrimiento. Esta interpretación se basa en el hecho histórico de que Tito, un general romano que luego sería emperador, sitió y conquistó Jerusalén en el año 70 d.C., incendiando el templo y matando o esclavizando a miles de judíos. Este hecho fue considerado como una abominación desoladora por los judíos, y cumplió la profecía de Jesús sobre la destrucción de Jerusalén y del templo.
- Un líder anticristiano: otras personas creen que la abominación desoladora se refiere a un líder anticristiano que surgiría en los últimos tiempos, que se opondría a Dios y a su pueblo, que se proclamaría a sí mismo como dios y que exigiría adoración universal. Esta interpretación se basa en el hecho profético de que Daniel y otros libros bíblicos como Apocalipsis hablan de un personaje llamado “el cuerno pequeño”, “el rey del norte”, “el príncipe que ha de venir”, “el anticristo” o “la bestia”, que haría un pacto con muchos por siete años, pero lo rompería a la mitad, y que pondría fin al sacrificio y a la ofrenda en el templo, colocando allí la abominación desoladora. Este hecho sería considerado como una abominación desoladora por los cristianos, y precedería a la segunda venida de Cristo y al juicio final.
Todas estas interpretaciones tienen algo de verdad, pero ninguna agota completamente el sentido original del hebreo y del griego. La palabra hebrea que se traduce como “abominación” es shiqquts, que significa literalmente “cosa detestable”, “cosa impura” o “cosa repugnante”.
La palabra hebrea que se traduce como “desoladora” o “que asola” es shamem, que significa literalmente “dejar desierto”, “dejar solitario” o “dejar asolado”. La palabra griega que se traduce como “desoladora” es erēmos, que significa literalmente “desierto”, “yermo” o “desolado”. Por lo tanto, una traducción más literal sería: “la cosa detestable que deja desierto”.
¿Qué quiere decir Jesús con esto? ¿Acaso se refiere a un hecho histórico, a un hecho futuro o a ambos? ¿Acaso se refiere a un objeto, a una persona o a ambos? ¿Acaso se refiere a un lugar físico, a un lugar espiritual o a ambos? Para entender mejor lo que Jesús quiere decir, tenemos que tener en cuenta dos aspectos importantes:
- El aspecto simbólico: Jesús está hablando en un lenguaje apocalíptico, que usa imágenes y símbolos para transmitir verdades espirituales. Jesús no está dando una descripción literal o cronológica de los acontecimientos futuros, sino una visión profética y escatológica de la realidad presente y futura. Jesús está usando la expresión “la abominación desoladora” como un símbolo de todo lo que se opone a Dios y a su plan, de todo lo que profana y destruye lo que Dios ama y bendice, de todo lo que causa sufrimiento y desesperación a su pueblo. Jesús está usando el templo como un símbolo del lugar donde Dios habita y se revela, del lugar donde su pueblo le adora y le sirve, del lugar donde se manifiesta su gloria y su gracia.
- El aspecto dinámico: Jesús habla en un nivel multidimensional, que abarca el pasado, el presente y el futuro. Jesús no está limitando la abominación desoladora a un solo hecho histórico o futuro, sino que la extiende a toda la historia de la humanidad. Jesús muestra que la abominación desoladora tiene una dimensión histórica, que se cumple parcialmente en cada acto de violencia o idolatría que se comete contra Dios y su pueblo; una dimensión escatológica, que se cumplirá plenamente en el tiempo del fin, cuando el anticristo se revele y persiga a los santos; y una dimensión personal, que se cumple potencialmente en cada corazón humano, cuando se aleja de Dios y se entrega al pecado.
Enseñanzas de Mateo 24:15: Aplicación en nuestra vida cristiana
Mateo 24:15 nos enseña varias lecciones importantes para nuestra vida cristiana:
- Debemos estar atentos y vigilantes ante los signos de los tiempos. Es necesario que reconozcamos que vivimos en un mundo caído y enemigo de Dios, donde abundan las abominaciones desoladoras. Debemos discernir los tiempos y las estaciones, y estar preparados para la venida del Señor. Debemos seguir las instrucciones de Jesús sobre cómo actuar ante la abominación desoladora: huir, orar y perseverar (Mateo 24:16-22).
- Debemos ser fieles y santos ante el Señor. Reconozcamos que somos templos del Espíritu Santo, donde Dios habita y se revela (1 Corintios 6:19). Necesitamos cuidar nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestro espíritu, y no contaminarlos con el pecado ni con las cosas del mundo. Debemos adorar a Dios en espíritu y en verdad, y no rendirnos ante los ídolos ni ante las presiones del mundo. También es un deber glorificar a Dios con nuestra vida, y no profanar su nombre ni su obra.
- Debemos ser testigos y misioneros ante el mundo. Es necesario reconocer que somos luz del mundo y sal de la tierra, llamados a reflejar el amor y la justicia
Conclusión
Mateo 24:15 es un versículo profético y misterioso de la Biblia que hace referencia a la "abominación desoladora". Esta frase ha sido interpretada de diferentes maneras por los estudiosos bíblicos, pero todas tienen algo de verdad. En realidad, la abominación desoladora se refiere a todo lo que se opone a Dios y su plan, de todo lo que profana y destruye lo que Dios ama y bendice. Jesús nos enseña a estar atentos ante los signos de los tiempos, a ser fieles y santos ante el Señor, y a ser testigos y misioneros ante el mundo.
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