20 Formas Únicas En Que Dios Nos Habla Hoy

Cuando hablamos de que Dios nos habla, es posible que esperes una experiencia del tipo "zarza ardiente", como la de Moisés (ver Éxodo, capítulo 3). De hecho, Dios habló muchas veces con una voz audible en el Antiguo y el Nuevo Testamento. Sin embargo, la Biblia nos enseña que Él puede seguir utilizando diferentes medios para hablarnos hoy.

Dios no está en absoluto limitado en cuanto a recursos. Pero debemos escuchar con atención para oír la voz de Dios en medio de todo el ruido que rodea nuestras vidas. Echemos un vistazo a 20 formas diferentes en las que Dios sigue hablando a la gente hoy en día.

1. La Biblia

La Santa Biblia es la Palabra de Dios. Podemos decir que es la principal forma en que Dios nos habla. Toda otra comunicación debe basarse y probarse en lo que enseñan las Escrituras.

La Santa Biblia es la guía de Dios para que lleguemos a Él, el único Dios verdadero, y escuchemos su respuesta. Dios ha elegido revelarse a nosotros, y nadie puede obligarle a mostrarse a sus criaturas. Los estudiosos clasifican los siguientes tipos de revelación:

• Revelación general: Es la creación, que se considera una revelación indirecta de Dios. Nos da pistas sobre Él, pero no lo suficiente para tener una relación con Él. Encontrarás más información al respecto en el punto 10.
• Revelación especial: La Biblia es una revelación directa. El Espíritu Santo inspiró a autores humanos que registraron las palabras inspiradas en forma escrita..

Si queremos que Dios nos hable, debemos consultar primero la Biblia. Es la mejor manera de que cualquier cristiano aprenda sobre Dios y escuche su voz. Nos acerca a Él hoy, en sus términos.

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2. Oración

La oración es un diálogo, no un monólogo. No se trata sólo de que hablemos con Dios, sino también de que le escuchemos. Tal vez Dios no responda de inmediato, pero lo hará. Puede recordarte un pasaje de la Escritura que satisfaga tus necesidades. O puede utilizar a otro creyente para darte un mensaje. Puede responder a tus oraciones de muchas otras maneras.

Recuerda validar las respuestas que obtengas con la Biblia, para asegurarte de que entiendes y sigues la voluntad de Dios y le obedeces. Asegúrate también de que tus momentos de oración sean momentos especiales para conectar con Dios y escuchar su voz. Evita las distracciones y crea el hábito de buscarle en la oración cada día.

3. Jesucristo

Dios Padre nos ha hablado a través de Su Hijo, Jesucristo, de muchas maneras:

• El nacimiento de Jesús creó un vínculo único entre Dios y los seres humanos, pues Cristo es Dios encarnado (Juan 1:1,14; 1 Timoteo 3:16).
• El evangelio, que es la buena noticia de Jesucristo, nos fue comunicado primero por él personalmente (Mateo 4:23).
• Según el autor de Hebreos, Jesús es nuestro Sumo Sacerdote misericordioso y fiel (Hebreos 2:17-18) que se compadece de nuestras debilidades (Hebreos 4:14-15).
• Las palabras de Jesús son palabras de Dios (Juan 14:10). Nos reveló al Padre por su naturaleza divina (Juan 10:30, 14:8-9).
• Reveló el amor del Padre por nosotros (Juan 3:16). A través de él tenemos comunicación directa con Dios (Efesios 3:11-12).
• Jesús es el único camino hacia nuestro Padre celestial (Juan 14:6). Si hoy podemos oír la voz del Señor, es sólo gracias a la obra de Jesucristo.

4. El Espíritu Santo

El Espíritu Santo, o Espíritu Santo, es la tercera persona de la Santísima Trinidad. La Biblia nos enseña muchas cosas que el Espíritu Santo hace por nosotros, entre ellas
Él habita en todo verdadero creyente (Juan 14:17; Romanos 8:9).
Es el Consolador que Jesús prometió (Juan 14:16).

Él es esa pequeña y tranquila voz dentro de nosotros que nos revela la verdad de Dios. Esto significa que nos guía para hacer lo que agrada al Señor y nos advierte de lo que no agrada (Juan 16:13).

También es el que nos da acceso al Padre a través de Jesús (Efesios 2:18). Él escucha nuestras oraciones e intercede por nosotros (Romanos 8:26-27). El Espíritu Santo hace posible la comunicación con el Padre a través de Jesucristo.

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5. Sermones

Dios utiliza los sermones para comunicarse con nosotros a través de la predicación de las Escrituras. Esto no es lo mismo que la lectura personal. El Espíritu Santo utiliza al predicador para exponer la Palabra de Dios, de modo que podamos comprenderla mejor y aplicar ese versículo o pasaje de la Biblia a nuestra vida.

Esto nos permite vivir de una manera que agrada al Señor. Los sermones basados en la Biblia son una forma esencial en la que Dios nos habla a través de la Biblia y de sus ministros elegidos.

Recuerda que incluso los predicadores piadosos cometen errores, por lo que debemos comprobar que cada mensaje es correcto según las normas bíblicas. También ten cuidado con los falsos profetas. Manipulan la Biblia para enseñar herejías.

Muchos de ellos afirman traer una "nueva revelación", una comunicación exclusiva de Dios que sólo ellos tienen. Esto no es cierto. Ten cuidado, porque todo lo que no esté de acuerdo con la Biblia debe ser desechado (Gálatas 1:8).

6. Maestros piadosos

Hay otras formas de escuchar la voz de Dios en tu iglesia local. Los maestros piadosos son personas llamadas a ministrar a los hermanos y hermanas enseñándoles sobre Dios (Padre, Hijo y Espíritu Santo), su reino, la vida cristiana, la historia del pueblo de Dios y muchos otros temas relevantes de las Escrituras.

Las clases de Biblia impartidas por maestros piadosos son una excelente oportunidad para escuchar la voz de Dios en las Escrituras y crecer en la fe.

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Si tu iglesia local no tiene profesores o no ofrece clases sistemáticas de Biblia, puedes preguntar a tu pastor si hay otras opciones. También puedes aprender de los recursos en línea (asegúrate de que son de fuentes reputadas) o asistir a cursos en otras iglesias o instituciones.

7. Un buen consejo

Otra forma habitual de oír la voz de Dios es escuchar a otros creyentes. El Señor utiliza a sus siervos para bendecirse mutuamente. Cuando necesites una palabra de ánimo, un consejo o un consuelo, debes acudir a tu pastor o a alguien con más experiencia espiritual. Entonces habla con ellos, reza con ellos.

Antes de que te des cuenta, dirán algo que resonará en ti, la verdad profética que necesitas escuchar en el momento adecuado. El Señor nos da pastores, ancianos, líderes espirituales, hombres y mujeres mayores para que sean nuestros consejeros humanos.

Tú mismo puedes ser un consejero. Escuchar los sabios consejos nos ayuda a crecer y madurar en nuestra fe. Esto es esencial para todo creyente.

8. Testimonios de otros creyentes

A partir de los relatos del pueblo de Dios en la Biblia, en la historia y en nuestras comunidades, los testimonios de otros creyentes son una forma poderosa de que Dios nos hable, incluso hoy. Cuando leemos u oímos hablar de las cosas asombrosas que Dios ha hecho en sus vidas, nuestra fe se fortalece y nos anima a afrontar nuestros propios retos.

9. Nuestra propia experiencia

Nuestros testimonios son también una gran manera de escuchar la voz del Señor a través de todo lo que ya ha hecho por nosotros. Aunque no recordemos los intrincados detalles, podemos recordar cómo Dios nos ha perdonado, guiado, liberado, amado y protegido. También nos ha proporcionado y ha cuidado de nosotros. La presencia del Espíritu Santo en nuestras vidas nos recuerda que tenemos un Padre amoroso en el que podemos confiar (Romanos 8:15).

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10. Creación

El apóstol Pablo escribió un largo discurso diciendo que Dios ha revelado sus cualidades invisibles a todos los seres humanos a través de su creación (Romanos 1:18-32).

La magnífica belleza del universo nos muestra algunos de los atributos de Dios, como su increíble poder y sabiduría. No podemos ver a Dios con nuestros ojos físicos, pero con sólo mirar la creación de Dios, podemos reconocer la existencia de un poderoso Creador.

Esto es lo que los estudiosos llaman "revelación general". No hay palabras escritas, pero aún podemos aprender algo sobre Dios estudiando la naturaleza.

11. Buenos libros

Los buenos autores tienen el don de utilizar la palabra escrita para comunicarse con nuestras almas. Cuando se trata de un autor cristiano, esto adquiere una nueva dimensión, ya que pueden ser utilizados por Dios para llevarnos mensajes de fe, esperanza, ánimo, consuelo, etc.

Los buenos libros pueden ser un puente entre nosotros y los autores que, de otro modo, no podríamos conocer ni hablar. Podemos conectar con ellos a través de sus escritos, y Dios puede utilizar esa conexión para hablarnos también a nosotros.

12. Buena música

La música tiene un poderoso efecto en diferentes personas, independientemente de quiénes sean o del género que les guste. Más aún cuando la música está escrita y producida para alabar y adorar al Señor. Esa música nos mueve a conectar con Él.

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Sean cuales sean tus circunstancias, puedes encontrar una canción que se identifique con ellas. Entonces podrás cantarle, sentir su presencia y escuchar su voz tranquila a través de las palabras de esa canción.

13. Sueños

La Biblia nos habla de algunos episodios en los que Dios habló a los seres humanos en sus sueños. En algunas ocasiones, Dios reveló acontecimientos futuros, como los sueños del faraón (Génesis 41:1-36) y el sueño de Nabucodonosor (Daniel 2:1-45).

En otras ocasiones, Dios ha dado instrucciones a seguir (Mateus 1:20-21, 2:13). No se trata de tener un don especial para los sueños. Es Dios quien elige cómo se comunica con nosotros.

Si crees que has tenido un sueño que podría ser un mensaje de Dios, reza y habla con tu pastor sobre qué hacer al respecto. Asegúrate también de que el sueño está en consonancia con las enseñanzas de la Biblia antes de actuar. Si no lo es, descártalo.

14. Circunstancias

Las circunstancias son probablemente la comunicación de Dios más difícil de identificar y comprender. Pero es un hecho que Dios a veces nos habla a través de una situación concreta. Por ejemplo, digamos que estás intentando hacer algo que has planeado, pero parece que todo conspira contra ello. Tienes que rezar por ello.

Tal vez Dios te esté diciendo que no lo hagas, o tal vez necesites adoptar un enfoque diferente. Para evitar dar demasiada importancia a una situación, reza siempre y pide consejo a tu pastor o a un líder espiritual para poder tomar la decisión correcta al respecto.

15. Promesas cumplidas

Cada promesa que Dios cumple es un mensaje suyo comunicando su fidelidad, recordándonos que podemos confiar en Él. En la Biblia hay muchas promesas que Dios hizo a los individuos, a Israel y a toda la Iglesia. Muchas de ellas ya se han cumplido, y algunas siguen siendo válidas hoy en día. Nuestra esperanza se basa en ellos.

Por eso, cuando leemos que Dios ha cumplido tantas promesas antes, tenemos la confianza de que es un Dios fiel que cumplirá sus promesas también en nuestras vidas.

16. Historia

Dios tiene el control de todo. Nos guía como individuos y controla lo que le ocurre a la humanidad en su conjunto. Cuando miramos la historia de nuestra civilización y de otras civilizaciones, podemos ver en el pasado que Dios ha actuado para que todo ocurra según sus planes.

No hay duda de que las cosas que pueden parecer accidentes afortunados están en realidad dirigidas por la mano de Dios. La historia también nos muestra cómo muchas profecías hechas hace tiempo ya se han cumplido.

Esta es una gran imagen del plan del Señor para la humanidad. El pasado nos ayuda a percibir el mensaje de Dios que resuena en las páginas de la Escritura a lo largo de nuestra historia humana.

17. Nuestra brújula moral interna

Hay ciertas formas en las que Dios habla a los creyentes y a los incrédulos. En este caso, cada uno de nosotros tiene este sentido interno del bien y del mal. Cuando somos salvados y justificados, el Espíritu Santo se convierte en nuestro guía.

Pero incluso las personas que no son salvas tienen esta brújula moral interna que les da una orientación básica sobre lo que Dios aprueba o desaprueba. Los seres humanos pueden optar por ignorarla y pecar de todos modos, pero la vocecita de Dios está ahí.

18. Sufrimiento

Dios nos habla de diferentes maneras, como ya hemos establecido. Pero, cuando estamos sufriendo, a veces es más difícil escuchar. Sin embargo, es cuando Él trabaja más profundamente en nuestras vidas. Al igual que Dios utiliza nuestras circunstancias para hablarnos, también permite y utiliza el sufrimiento para realizar Sus planes en nuestras vidas.

Puede que hayamos traído el sufrimiento a nuestra vida a través del pecado. Pero Dios aún puede utilizarlo para enseñarnos, para disciplinarnos, para acercarnos a Él. Si estás sufriendo, en lugar de alejar a Dios, búscalo más. Encontrarás lo que más necesitabas (Jeremías 29:13).

19. Alegría

La Biblia dice que todo lo bueno viene de Dios (Santiago 1:17). Por lo tanto, todo lo que trae alegría a nuestra vida viene de Él. Por desgracia, el ser humano suele buscar la alegría fuera del dador. Así que buscan dinero, sexo, poder, placeres, cualquier cosa que les haga felices, aunque sólo sea una satisfacción temporal.

Pero cuando nos damos cuenta de que todas estas cosas diferentes proceden de Dios, comprendemos que debemos utilizarlas según su perfecta voluntad, para que se conviertan en bendiciones en nuestra vida y no en ídolos.

Debemos encontrar nuestra alegría en Él. De este modo, cada cosa buena que nos trae alegría se convierte en un recordatorio de la bondad de nuestro Padre amoroso, que nos da graciosamente mucho más de lo que podríamos merecer.

20. Amor

Dios es amor. La capacidad de amar de todo ser humano (o criatura, en realidad) viene dada por Dios. Por su gracia común, permite a sus criaturas compartir el amor que viene de Él.

Cuando nos convertimos en sus hijos, estamos llamados a amar, primero a Dios, antes que a todos y a todo lo demás, y luego a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Por eso, cuando seamos amados por los demás, recordemos que estamos recibiendo del precioso regalo de Dios al mundo, Su propio amor.

Conclusión

Dios no se calla. Incluso hoy, Dios nos habla de diferentes maneras. No hay una sola manera de conectar con Él, pero debemos hacer todo de acuerdo con lo que nos enseña la Biblia. Recuerda que no tienes que pasar por el aro espiritual adecuado para escuchar Su voz. Agradece que el Señor te hable de muchas maneras, y estate abierto a escuchar el corazón de Dios y a obedecerle.