Un Buen Nombre Es Mejor Que Las Riquezas: Significado Y Meditación

¿Qué significa tener un buen nombre? ¿Por qué es más valioso que las riquezas? ¿Cómo podemos cultivar un buen nombre ante Dios y los hombres? Estas son algunas de las preguntas que nos podemos hacer al leer el siguiente proverbio:

Mejor es el buen nombre que las muchas riquezas, y la buena fama vale más que la plata y el oro. (Proverbios 22:1)

En este artículo, vamos a reflexionar sobre el significado y la aplicación de este proverbio, basándonos en la Palabra de Dios y en algunos ejemplos bíblicos.

Un buen nombre es mejor que las riquezas

Índice
  1. El buen nombre es el resultado de una vida íntegra
  2. El buen nombre es más valioso que las riquezas porque tiene beneficios eternos
  3. Cómo cultivar un buen nombre ante Dios y los hombres
  4. Conclusión

El buen nombre es el resultado de una vida íntegra

Un buen nombre no se refiere solo al nombre propio que nos identifica, sino a la reputación, el carácter y la conducta que mostramos ante los demás. Un buen nombre es el resultado de una vida íntegra, honesta, justa y fiel a Dios y a su voluntad.

La Biblia nos enseña que Dios conoce nuestro nombre y lo tiene escrito en el libro de la vida (Apocalipsis 3:5). También nos dice que Dios nos llama por nuestro nombre y nos da un nombre nuevo (Isaías 43:1; Apocalipsis 2:17). Esto significa que Dios nos conoce personalmente, nos ama y nos da una identidad y un propósito en su reino.

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Pero también nos advierte que hay nombres que son abominables para Dios, como los de los falsos dioses, los falsos profetas y los impíos (Deuteronomio 12:3; Jeremías 23:27; Malaquías 1:11-12). Estos nombres representan una vida rebelde, idólatra, mentirosa y pecaminosa, que ofende a Dios y trae juicio sobre sí misma.

Por eso, tener un buen nombre implica honrar a Dios con nuestra vida, obedecer sus mandamientos, seguir su ejemplo y glorificar su nombre. Así lo hizo Jesús, quien dijo:

Yo les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer aún, para que el amor con que me has amado esté en ellos, y yo en ellos. (Juan 17:26)

El buen nombre es más valioso que las riquezas porque tiene beneficios eternos

El proverbio contrasta el buen nombre con las muchas riquezas, la plata y el oro. Estos son símbolos de la prosperidad material, el poder y el prestigio que muchos anhelan en este mundo. Sin embargo, la Biblia nos advierte que las riquezas son inciertas, engañosas y perecederas (1 Timoteo 6:17; Mateo 13:22; Santiago 5:2-3). Además, nos dice que las riquezas no pueden comprar la salvación, la sabiduría ni la felicidad (Salmo 49:6-9; Proverbios 16:16; Eclesiastés 5:10).

En cambio, el buen nombre tiene beneficios eternos, porque nos acerca a Dios, nos hace herederos de sus promesas y nos da una recompensa celestial. La Biblia nos dice que Dios bendice al justo y le da favor ante él y ante los hombres (Proverbios 10:6-7; 12:2). También nos dice que el justo tiene una esperanza segura, una herencia incorruptible y una corona de gloria (Proverbios 23:18; 1 Pedro 1:3-4; Apocalipsis 3:11).

Por eso, Jesús nos enseñó a buscar primero el reino de Dios y su justicia, confiando en que él proveerá todo lo necesario para nuestra vida (Mateo 6:33). También nos animó a acumular tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, ni ladrones minan ni hurtan (Mateo 6:20).

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Cómo cultivar un buen nombre ante Dios y los hombres

Para tener un buen nombre ante Dios y los hombres, debemos seguir algunos principios bíblicos que nos ayudarán a vivir una vida íntegra. Aquí te comparto algunos:

  • Ama a Dios con todo tu corazón, alma, mente y fuerza, y a tu prójimo como a ti mismo (Marcos 12:30-31).
  • Confiesa tus pecados a Dios y recibe su perdón y su gracia (1 Juan 1:9; Hebreos 4:16).
  • Renueva tu mente con la Palabra de Dios y sométete a su voluntad (Romanos 12:2; Santiago 4:7).
  • Practica la justicia, la misericordia y la humildad (Miqueas 6:8; Mateo 23:23).
  • Habla con verdad, bondad y edificación (Efesios 4:25; 4:29; Colosenses 4:6).
  • Sé fiel en lo poco y en lo mucho, en lo material y en lo espiritual (Lucas 16:10-12).
  • Sé diligente, responsable y generoso en tu trabajo (Proverbios 22:29; Colosenses 3:23-24; 2 Corintios 9:6-8).
  • Honra a tus padres, a tus autoridades y a tus semejantes (Efesios 6:1-3; Romanos 13:1-7; Filipenses 2:3-4).

Conclusión

Tener un buen nombre es mejor que las riquezas, porque refleja una vida íntegra que agrada a Dios y beneficia a los demás. Un buen nombre nos da paz, seguridad y alegría, mientras que las riquezas nos pueden traer aflicción, ansiedad y vacío. Un buen nombre nos prepara para la eternidad, mientras que las riquezas se quedan en este mundo.

Por eso, te invitamos a que valores tu nombre como un regalo de Dios, y que lo cuides con tu vida. Recuerda que tu nombre está ligado al nombre de Dios, y que él te llama por tu nombre con amor. Así que vive para honrar su nombre, y él te dará un nombre nuevo que nadie más conocerá.

Al vencedor le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe. (Apocalipsis 2:17)

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