La Más Poderosa Arma Del Enemigo Contra La Iglesia

La iglesia de Cristo es el cuerpo de creyentes que han sido llamados a seguir sus enseñanzas y a proclamar su evangelio al mundo. Sin embargo, la iglesia no está exenta de enfrentar ataques y amenazas de parte de un enemigo que busca destruirla y apartarla de su propósito. Este enemigo no es otro que Satanás, el príncipe de las tinieblas, que desde el principio ha estado en rebelión contra Dios y ha intentado frustrar su plan de salvación.

Pero, ¿Cuál es la más poderosa arma del enemigo contra la iglesia? ¿Cómo podemos reconocerla y resistirla? ¿Qué podemos hacer para fortalecer nuestra fe y nuestra unidad como cuerpo de Cristo? En este artículo, vamos a explorar estas preguntas y a ver lo que la Biblia nos enseña al respecto.

La más poderosa arma del enemigo

Índice
  1. La más poderosa arma del enemigo
  2. Cómo reconocer y resistir el engaño
  3. Cómo fortalecer nuestra fe y nuestra unidad como cuerpo de Cristo
  4. Preguntas frecuentes
  5. Conclusión

La más poderosa arma del enemigo

La más poderosa arma que el enemigo usa contra la iglesia es el engaño. El engaño es la acción de hacer creer a alguien algo que no es verdad, o de ocultar o tergiversar la verdad. Se trata de una estrategia muy efectiva, porque puede causar confusión, duda, división, error, apostasía y hasta condenación.

La Biblia nos advierte que el enemigo es el padre de la mentira y el engañador de todo el mundo (Juan 8:44; Apocalipsis 12:9). Desde el principio, el enemigo usó el engaño para hacer caer a la humanidad en el pecado, al cuestionar la palabra de Dios y ofrecer una falsa promesa de ser como Dios (Génesis 3:1-5).

Desde entonces, el enemigo ha seguido usando el engaño para alejar a las personas de Dios y de su verdad, y para introducir falsas doctrinas, falsos maestros, falsos profetas y falsos cristos en la iglesia (Mateo 24:4-5, 23-24; 2 Corintios 11:13-15; 1 Timoteo 4:1-3; 2 Pedro 2:1-3).

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El engaño es una amenaza constante para la iglesia, porque puede afectar tanto a los líderes como a los miembros, y puede infiltrarse tanto en la enseñanza como en la práctica. El engaño puede hacer que la iglesia se desvíe de la sana doctrina, que se conforme al mundo, que se divida por contiendas, que se enfríe en el amor, que se apague en el celo, que se endurezca en el pecado, y que se pierda la esperanza.

Cómo reconocer y resistir el engaño

Ante el peligro del engaño, la iglesia necesita estar alerta y vigilante, y usar los recursos que Dios le ha dado para reconocerlo y resistirlo. Estos recursos son:

  • La Palabra de Dios: La Palabra de Dios es la verdad revelada por Dios, que nos muestra su voluntad, su carácter, su obra y su plan. Es la norma suprema y final de fe y conducta, y es el arma más poderosa contra el engaño. La Palabra de Dios nos ilumina, nos corrige, nos instruye, nos edifica y nos equipa para toda buena obra (Salmo 119:105; 2 Timoteo 3:16-17; Hebreos 4:12). La iglesia necesita estudiar, meditar, memorizar, obedecer y proclamar la biblia, y someter todo lo que escucha, ve y hace a su autoridad. La iglesia necesita ser como los bereanos, que examinaban las Escrituras cada día para ver si lo que les enseñaban era conforme a ellas (Hechos 17:11).
  • El Espíritu de Dios: El Espíritu de Dios es el Espíritu de verdad, que nos guía a toda la verdad, nos recuerda las palabras de Cristo, nos convence de pecado, de justicia y de juicio, nos da poder, amor y dominio propio, y nos da los dones y los frutos necesarios para la edificación de la iglesia (Juan 14:26; 16:13; 2 Timoteo 1:7; 1 Corintios 12:4-11; Gálatas 5:22-23). La iglesia necesita ser llena del Espíritu de Dios, y no apagarlo ni contristarlo con su desobediencia o su indiferencia. Es necesario orar en el Espíritu, andar en el Espíritu, y dejarse guiar por el Espíritu en todo lo que hace.
  • La comunidad de Dios: Se trata de la familia de los creyentes, que se aman unos a otros, se ayudan, se exhortan, se perdonan, se someten, y se mantienen unidos en un mismo sentir y propósito (Juan 13:34-35; Gálatas 6:2; Hebreos 3:13; 10:24-25; Efesios 4:32; 5:21; Filipenses 2:1-4). La comunidad de Dios es un refugio y un apoyo para la iglesia, que le brinda protección, corrección, consuelo y ánimo. La iglesia necesita participar activamente de la comunidad de Dios, y no aislarse ni separarse de ella. Necesita buscar la paz y la unidad de la comunidad de Dios, y no causar divisiones ni contiendas en ella.

Cómo fortalecer nuestra fe y nuestra unidad como cuerpo de Cristo

Además de reconocer y resistir el engaño, la iglesia necesita fortalecer su fe y su unidad como cuerpo de Cristo. Para ello, la iglesia necesita:

  • Aferrarse a Cristo: Cristo es la cabeza de la iglesia, el fundamento de la iglesia, el salvador de la iglesia, el modelo de la iglesia, y el esposo de la iglesia. Cristo es el camino, la verdad y la vida, y nadie viene al Padre sino por él (Colosenses 1:18; 1 Corintios 3:11; Efesios 5:23-27; Juan 14:6). Tenemos que aferrarnos a Cristo con fe, amor y obediencia, y no apartarse de él por nada ni por nadie. Debemos buscar de Cristo, conocerlo más, seguirle, imitarlo y glorificarlo.
  • Crecer en la gracia y el conocimiento de Dios: Dios es el creador, el padre y el protector de la iglesia. El Señor nos ha amado con un amor eterno, y nos ha dado todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad (1 Pedro 2:9; Hechos 20:28; 2 Corintios 6:18; Salmo 46:1; Juan 15:15; Jeremías 31:3; 2 Pedro 1:3). La iglesia necesita crecer en la gracia y el conocimiento de Dios, y no estancarse ni retroceder en su relación con él. debemos adorar a Dios, agradecerle y depender de Él.
  • Servir al prójimo: El prójimo es toda persona que necesita de nuestra ayuda, sea creyente o no, sea amigo o enemigo, sea cercano o lejano. Se trata del objeto de nuestro amor, compasión, misericordia, generosidad y testimonio (Lucas 10:25-37; Mateo 5:43-48; 25:31-46; 1 Juan 3:16-18). La iglesia necesita servir al prójimo, y no ignorarlo ni despreciarlo. La iglesia necesita compartir el evangelio con el prójimo, mostrar el amor de Cristo al prójimo, hacer el bien al prójimo, y orar por el prójimo.

Preguntas frecuentes

Aquí hay algunas preguntas frecuentes respondidas sobre el tema:

  • ¿Qué es el engaño? El engaño es la acción de hacer creer a alguien algo que no es verdad, o de ocultar o tergiversar la verdad.
  • ¿Quién es el enemigo que usa el engaño contra la iglesia? El enemigo que usa el engaño contra la iglesia es Satanás, el príncipe de las tinieblas, que desde el principio ha estado en rebelión contra Dios y ha intentado frustrar su plan de salvación.
  • ¿Qué efectos tiene el engaño en la iglesia? El engaño puede causar confusión, duda, división, error, apostasía y hasta condenación en la iglesia.
  • ¿Cómo podemos reconocer el engaño? Podemos reconocer el engaño usando los recursos que Dios nos ha dado: la Palabra de Dios, el Espíritu de Dios y la comunidad de Dios.
  • ¿Cómo podemos resistir el engaño? Podemos resistir el engaño sometiendo todo lo que escuchamos, vemos y hacemos a la autoridad de la Palabra de Dios, siendo llenos del Espíritu de Dios, y participando activamente de la comunidad de Dios.
  • ¿Qué es la fe? La fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve (Hebreos 11:1). La fe es el don de Dios que nos permite creer en él y en su Hijo Jesucristo, y vivir conforme a su voluntad.
  • ¿Qué es la unidad? La unidad es el estado de estar unidos en un mismo sentir y propósito, en armonía y paz, en amor y respeto. La unidad es el resultado de la obra de Dios que nos hace miembros de un mismo cuerpo, el cuerpo de Cristo.
  • ¿Por qué es importante fortalecer nuestra fe y nuestra unidad como cuerpo de Cristo? Es importante fortalecer nuestra fe y nuestra unidad como cuerpo de Cristo porque así podremos cumplir con el mandato de Dios de ser sus testigos, de hacer discípulos, de amar a Dios y al prójimo, y de glorificar su nombre.
  • ¿Cómo podemos fortalecer nuestra fe y nuestra unidad como cuerpo de Cristo? Podemos fortalecer nuestra fe y nuestra unidad como cuerpo de Cristo aferrándonos a Cristo, creciendo en la gracia y el conocimiento de Dios, y sirviendo al prójimo.
  • ¿Qué beneficios tiene fortalecer nuestra fe y nuestra unidad como cuerpo de Cristo? Fortalecer nuestra fe y nuestra unidad como cuerpo de Cristo tiene beneficios tanto para nosotros como para los demás. Para nosotros, significa tener una mayor seguridad, gozo, paz, esperanza y bendición. Para los demás, significa ser una luz, una sal, una carta y un aroma de Cristo.

Conclusión

La más poderosa arma del enemigo contra la iglesia es el engaño, que busca destruir y apartar a la iglesia de su propósito. La iglesia necesita estar alerta y vigilante, y usar los recursos que Dios le ha dado para reconocer y resistir el engaño. Además, la iglesia requiere fortalecer su fe y su unidad como cuerpo de Cristo, aferrándose a Cristo, creciendo en la gracia y el conocimiento de Dios, y sirviendo al prójimo. Así, esta podrá cumplir con su misión y glorificar a Dios. Esperamos que este artículo te haya sido de ayuda y de edificación. Si tienes alguna pregunta o comentario, no dudes en escribirnos.

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