La Guerra Espiritual Según La Biblia: Cómo Enfrentarla

La guerra espiritual es el conflicto que se da entre las fuerzas del bien y del mal en el ámbito espiritual. La biblia nos enseña que esta guerra no es contra personas de carne y hueso, sino contra potestades, principados, gobernadores de las tinieblas y huestes espirituales de maldad en las regiones celestes (Efesios 6:12). Estas fuerzas malignas buscan destruir la obra de Dios y alejar a las personas de su voluntad y propósito.

Índice
  1. ¿Qué debemos saber sobre la guerra espiritual?
  2. ¿Cómo debemos enfrentar la guerra espiritual?
  3. ¿Cuál es el propósito de la guerra espiritual?
  4. Conclusión

¿Qué debemos saber sobre la guerra espiritual?

La guerra espiritual no es algo nuevo, sino que tiene su origen en la rebelión de Satanás y sus ángeles contra Dios antes de la creación del mundo (Isaías 14:12-15; Ezequiel 28:12-19; Apocalipsis 12:7-9). Desde entonces, Satanás ha sido el enemigo de Dios y de su pueblo, y ha tratado de impedir el plan de salvación y redención que Dios tiene para la humanidad.

La guerra espiritual

La biblia nos revela que la guerra espiritual se manifiesta de diversas formas, como por ejemplo:

  • La tentación al pecado (Génesis 3:1-6; Mateo 4:1-11; 1 Juan 2:15-17).
  • La opresión y posesión demoníaca (Mateo 8:28-34; Marcos 5:1-20; Lucas 8:26-39; Hechos 16:16-18).
  • La persecución y el martirio (Mateo 10:16-23; Hechos 7:54-60; Apocalipsis 2:10).
  • La falsa doctrina y el engaño (Mateo 24:23-25; 2 Corintios 11:13-15; 1 Timoteo 4:1-5; 2 Pedro 2:1-3).
  • La resistencia a la oración y a la palabra de Dios (Daniel 10:12-14; Efesios 6:17-18; Santiago 4:7).

¿Cómo debemos enfrentar la guerra espiritual?

La biblia nos muestra que la guerra espiritual no es una batalla que podamos ganar por nuestras propias fuerzas, sino que dependemos totalmente de Dios y de su poder. Por eso, debemos:

  • Reconocer nuestra identidad en Cristo, quien nos ha librado del dominio de las tinieblas y nos ha trasladado al reino de su amado Hijo (Colosenses 1:13-14; Efesios 2:4-6).
  • Vestirnos de toda la armadura de Dios, que consiste en la verdad, la justicia, el evangelio de la paz, la fe, la salvación, la palabra de Dios y la oración (Efesios 6:13-18).
  • Mantenernos firmes en la fe, resistiendo al diablo y sus ataques con la certeza de que Dios está con nosotros y nos dará la victoria (1 Pedro 5:8-9; Romanos 8:31-39).
  • Apoyarnos en la comunión con otros creyentes, quienes nos pueden ayudar a sostenernos en la oración, a animarnos en la fe y a corregirnos en el amor (Hebreos 10:24-25; Santiago 5:16; Gálatas 6:1-2).

¿Cuál es el propósito de la guerra espiritual?

La guerra espiritual no es un fin en sí mismo, sino un medio para cumplir el propósito de Dios en nuestras vidas y en el mundo. La biblia nos dice que el propósito de Dios es:

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  • Glorificar su nombre, mostrando su soberanía, su santidad, su justicia, su amor y su gracia sobre todas las cosas (Salmos 115:1; Isaías 42:8; Romanos 11:36).
  • Extender su reino, haciendo discípulos de todas las naciones, bautizándolos y enseñándoles a guardar todo lo que él nos ha mandado (Mateo 28:18-20; Marcos 16:15-16; Lucas 24:46-49).
  • Perfeccionar su iglesia, edificándola en la unidad, la madurez, la santidad y el amor, hasta que lleguemos a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo (Efesios 4:11-16; Colosenses 1:28-29; 1 Tesalonicenses 5:23-24).

Conclusión

La guerra espiritual es una realidad que debemos afrontar como cristianos, pero no debemos tener miedo ni desanimarnos, sino confiar en Dios y en su poder. Él nos ha dado las armas necesarias para resistir al enemigo y avanzar en su propósito.

Recordemos que la victoria final ya está asegurada en Cristo, quien despojó a los principados y potestades, y los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz (Colosenses 2:15). Por eso, podemos decir con el apóstol Pablo:

“Pero en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó” (Romanos 8:37).

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