Dios Es Nuestro Refugio Y Fortaleza, Nuestra Ayuda En Momentos De Angustia

La angustia es un sentimiento de opresión, de ansiedad o de temor que nos invade cuando enfrentamos situaciones difíciles, peligrosas o inciertas. La angustia nos afecta a nivel físico, emocional, mental y espiritual. La angustia nos hace sentir vulnerables, impotentes y desesperados. La angustia nos hace olvidar las promesas, los recursos y la presencia de Dios.

Sin embargo, la Biblia nos enseña que Dios es nuestro refugio y fortaleza, nuestra ayuda en momentos de angustia. Dios es nuestro refugio, porque nos protege, nos cobija y nos consuela. Dios es nuestra fortaleza, porque nos sostiene, nos capacita y nos defiende. El Señor es nuestra ayuda, porque nos socorre, nos provee y nos libra.

¿Qué significa que Dios es nuestro refugio?

Dios es nuestro refugio significa que Él es el lugar donde podemos acudir cuando estamos en peligro, en necesidad o en aflicción. Un refugio es un lugar seguro, cómodo y agradable, donde podemos encontrar abrigo, descanso y alivio. Un refugio es un lugar que nos ofrece seguridad, intimidad y paz.

Dios es nuestro refugio porque Él es el único que puede protegernos del mal, del enemigo y de la muerte. Él es el único que puede cobijarnos con su amor, con su gracia y con su misericordia. Es el único que puede consolarnos con su presencia, con su palabra y con su Espíritu.

Dios es nuestro refugio porque nos invita a acercarnos a él con confianza, con humildad y con fe. Él nos invita a acercarnos a él como nuestro Padre celestial, que nos ama con un amor eterno e incondicional. Nos invita a acercarnos a él como nuestro Salvador personal, que murió por nuestros pecados y resucitó para nuestra vida. Él quiere que nos acerquemos a él como nuestro Amigo fiel, que nunca nos deja ni nos abandona.

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El Señor es nuestro refugio porque nos promete estar con nosotros en todo momento, en toda circunstancia y en todo lugar. Promete estar con nosotros cuando pasamos por el valle de sombra de muerte (Salmo 23:4). Dice que estará con nosotros cuando atravesamos las aguas o el fuego (Isaías 43:2). Él nos promete estar con nosotros hasta el fin del mundo (Mateo 28:20).

¿Qué significa que Dios es nuestra fortaleza?

Dios es nuestra fortaleza significa que él es el que nos da la fuerza, el valor y la victoria cuando estamos débiles, temerosos o derrotados. Una fortaleza es una construcción sólida, resistente y elevada, donde se puede resistir los ataques del enemigo. Una fortaleza es una fuente de poder, de ánimo y de triunfo.

Dios es nuestra fortaleza porque él es el todopoderoso, el omnipotente y el soberano. Él es el que tiene todo el poder en el cielo y en la tierra. Él es el que puede hacer todas las cosas según el consejo de su voluntad. Es quien reina sobre todo principado, autoridad, poder y señorío.

Dios es nuestra fortaleza porque él es el que nos sostiene, nos capacita y nos defiende. Él es el que nos sostiene con su mano derecha (Isaías 41:10). Él quien nos capacita con su Espíritu Santo (Efesios 3:16). Él es el que nos defiende con su brazo fuerte (Salmo 89:13).

Dios es nuestra fortaleza porque él es el que pelea por nosotros, el que intercede por nosotros y el que vence por nosotros. Él es el que pelea por nosotros como un guerrero valiente (Éxodo 15:3). Es quien intercede por nosotros como un sumo sacerdote compasivo (Hebreos 7:25). Él es el que vence por nosotros como un rey glorioso (Apocalipsis 19:16).

¿Qué significa que Dios es nuestra ayuda?

Dios es nuestra ayuda significa que él es el que nos asiste, nos provee y nos libra cuando estamos solos, desamparados o en peligro. Una ayuda es una acción o un recurso que se ofrece o se recibe para resolver una dificultad o para satisfacer una necesidad. Se trata de una muestra de solidaridad, de generosidad y de bondad.

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Dios es nuestra ayuda porque él es el omnipresente, el omnisciente y el omnisapiente. Él es el que está en todas partes, y no hay lugar donde se pueda ocultar de su vista. Él lo sabe todo, y no hay nada que se pueda esconder de su conocimiento. Él lo entiende todo, y no hay nada que se pueda escapar de su sabiduría.

Dios es nuestra ayuda porque él es el que nos asiste, nos provee y nos libra. Él es el que nos protege con su gracia, con su poder y con su consuelo. Él es el que nos provee con su bondad, con su generosidad y con su fidelidad. Es quien nos libra con su justicia, con su misericordia y con su salvación.

Dios nos escucha, nos responde y nos sorprende. Él es el que nos escucha cuando clamamos a él en nuestra angustia (Salmo 34:6). Él es el que nos responde cuando le pedimos según su voluntad (1 Juan 5:14). Es quien nos sorprende cuando hace más de lo que pedimos o entendemos (Efesios 3:20).

Conclusión

Dios es nuestro refugio y fortaleza, nuestra ayuda en momentos de angustia. Él es el lugar donde podemos encontrar protección, cobijo y consuelo. Él es el que nos da fuerza, valor y victoria. Él es el que nos asiste, nos provee y nos libra. Esto debe animarnos a confiar en él, a depender de él y a alabarle. También debe animarnos a tener una vida sea un testimonio de su amor, de su misericordia y de su fidelidad.