El Nacimiento De Jesús Y Qué Nos Enseña

El nacimiento de Jesús es uno de los acontecimientos más importantes y maravillosos de la historia. La Biblia nos relata cómo Dios envió a su Hijo al mundo para salvarnos de nuestros pecados y darnos vida eterna. El nacimiento de Jesús nos muestra el amor, la gracia y el poder de Dios. Veamos algunos aspectos de este acontecimiento que nos ayudarán a estar mejor en la fe.

El nacimiento de Jesús fue profetizado

El nacimiento de Jesús no fue una casualidad ni una sorpresa, sino que fue el cumplimiento de las profecías que Dios había dado a través de sus siervos los profetas. Desde el principio, Dios anunció que enviaría un Salvador que aplastaría la cabeza de la serpiente y restauraría la relación entre Dios y el hombre (Génesis 3:15).

A lo largo del Antiguo Testamento, Dios reveló más detalles sobre el nacimiento de Jesús, como su lugar de origen (Miqueas 5:2), su linaje davídico (Isaías 11:1), su concepción virginal (Isaías 7:14), su nombre (Isaías 9:6), su misión (Isaías 53) y su señal (Isaías 60:1-3). Todas estas profecías se cumplieron en el nacimiento de Jesús, demostrando que él era el Mesías prometido por Dios.

Estamos hablando de un milagroso

El nacimiento de Jesús fue algo sobrenatural y extraordinario. La Biblia nos relata cómo el ángel Gabriel se le apareció a María, una joven virgen desposada con José, y le anunció que concebiría por obra del Espíritu Santo al Hijo de Dios (Lucas 1:26-38).

María aceptó con fe el mensaje del ángel y se sometió a la voluntad de Dios. José también creyó en el sueño que tuvo, donde el ángel le confirmó que María estaba embarazada del Espíritu Santo y que debía llamar al niño Jesús (Mateo 1:18-25). Así, Jesús nació como el resultado del poder de Dios y no del hombre.

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El nacimiento de Jesús fue humilde

No se trató de un nacimiento glorioso ni ostentoso, sino de un acontecimiento sencillo y humilde. La Biblia nos relata cómo María y José tuvieron que viajar desde Nazaret hasta Belén por un decreto del emperador Augusto, que ordenaba un censo en todo el imperio romano (Lucas 2:1-5).

Al llegar a Belén, no encontraron lugar en el mesón, así que tuvieron que alojarse en un establo, donde María dio a luz a Jesús y lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre (Lucas 2:6-7). Los primeros en visitar al recién nacido fueron unos pastores, que habían recibido la noticia por parte de los ángeles (Lucas 2:8-20).

Más tarde, unos magos vinieron desde oriente guiados por una estrella, para adorar al Rey de los judíos y ofrecerle regalos (Mateo 2:1-12). Así, Jesús nació como el Rey de reyes, pero en la más absoluta pobreza y sencillez.

¿Qué nos enseña el nacimiento de Jesús?

El nacimiento de Jesús fue humilde nos enseña varias cosas:

• Dios se hizo hombre y habitó entre nosotros, sin buscar la fama ni el poder, sino el servicio y el amor (Juan 1:14; Filipenses 2:5-8).
• El Señor escoge lo débil y lo menospreciado del mundo para mostrar su gracia y su gloria, y no lo sabio ni lo poderoso (1 Corintios 1:26-31).
• Dios se identifica con los pobres y los marginados, y que espera que nosotros también lo hagamos, compartiendo nuestros bienes y mostrando compasión (Lucas 4:18-19; Mateo 25:31-46).
• El Señor nos llama a ser humildes y a no enorgullecernos de nada, sino a reconocer que todo lo que tenemos y somos es por su gracia (Santiago 4:6; Efesios 2:8-9).

Conclusión

El nacimiento de Jesús es una muestra del amor inmenso e inmerecido de Dios hacia nosotros. Dios envió a su Hijo único al mundo para que muriera por nuestros pecados y resucitara para nuestra justificación. Se trata de una invitación a creer en él como nuestro Salvador y Señor, y a seguirle con todo nuestro corazón.

El nacimiento de Jesús también es una inspiración para vivir como él vivió, con humildad, obediencia y dependencia de Dios. El nacimiento de Jesús es una esperanza para esperar su segunda venida, cuando volverá con gloria y majestad para juzgar al mundo y establecer su reino eterno. Que el nacimiento de Jesús llene nuestros corazones de gratitud, alegría y paz.

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