La Historia De José Según La Biblia: Enseñanzas
La historia de José es una de las más conocidas y dramáticas de la biblia y se desarrolla en el libro de Génesis, desde el capítulo 37 hasta el capítulo 50. José era el hijo favorito de Jacob, el patriarca de Israel, y sus hermanos lo odiaban por eso. Un día, decidieron venderlo como esclavo a unos mercaderes que iban a Egipto, y le hicieron creer a su padre que había muerto devorado por una fiera.
¿Por qué permitió Dios que José sufriera tanto? ¿Qué propósito tenía para su vida? ¿Qué podemos aprender de su ejemplo de fe y perdón? En este artículo vamos a explorar estas preguntas y otras más, basándonos en lo que nos cuenta la biblia sobre la historia de José.
La infancia y juventud de José
José nació en Harán, donde su abuelo Abraham había vivido muchos años. Era el hijo de Raquel, la esposa amada de Jacob, que había sido estéril hasta que Dios le concedió tener hijos. Jacob tenía doce hijos en total, pero José era el preferido porque era el primogénito de Raquel, y le regaló una túnica de colores que lo distinguía de los demás. Esto provocó la envidia y el resentimiento de sus hermanos, que lo veían como un rival y un consentido.
Además, José tenía sueños proféticos que anunciaban que algún día él sería más importante que sus hermanos y que ellos se inclinarían ante él. Cuando les contó estos sueños, sus hermanos lo odiaron aún más y lo llamaron "el soñador". Su padre, en cambio, guardaba estas cosas en su corazón y esperaba ver qué pasaría.
Un día, cuando José tenía diecisiete años, Jacob lo envió a ver cómo estaban sus hermanos que cuidaban el ganado en Siquem. Cuando los encontró en Dotán, ellos aprovecharon la oportunidad para deshacerse de él. Primero pensaron en matarlo y tirarlo a un pozo, pero luego cambiaron de idea y lo vendieron por veinte monedas de plata a unos mercaderes ismaelitas que iban a Egipto.
Mira TambiénLa Pornografía Es Un Pecado Que Nos Atrapa: Una Mirada Bíblica Al TemaDespués mancharon su túnica con sangre de cabra y se la llevaron a Jacob, diciéndole que habían encontrado esa prenda y que tal vez era de su hijo. Jacob reconoció la túnica y se puso a llorar amargamente, creyendo que José había muerto.
La esclavitud y el encarcelamiento de José
José llegó a Egipto como esclavo y fue comprado por Potifar, un oficial del faraón. Dios estaba con José y le dio gracia ante los ojos de Potifar, que lo puso como mayordomo de su casa. Todo lo que José hacía prosperaba y Potifar confiaba en él plenamente.
Sin embargo, José tuvo que enfrentar una prueba difícil: la esposa de Potifar se enamoró de él y quiso seducirlo. José se negó a pecar contra Dios y contra su amo, y huyó de ella. Pero ella lo acusó falsamente de haber intentado violarla y Potifar se enfureció y lo mandó a la cárcel.
Allí también Dios estuvo con José y le dio favor ante el jefe de los carceleros, que le encargó el cuidado de los demás presos. Entre ellos había dos oficiales del faraón: el copero y el panadero, que habían ofendido al rey. Un día, ambos tuvieron sueños que les inquietaron y José les ofreció interpretarlos con la ayuda de Dios.
Al copero le dijo que en tres días sería restituido a su cargo y le pidió que se acordara de él ante el faraón. Al panadero le dijo que en tres días sería colgado y devorado por las aves. Así sucedió tal como José había dicho, pero el copero se olvidó de él y lo dejó en la cárcel.
La liberación y el ascenso de José
Pasaron dos años hasta que el faraón tuvo dos sueños que nadie podía interpretar. Entonces el copero se acordó de José y le contó al rey sobre él. El faraón mandó llamar a José y le narró sus sueños: uno era sobre siete vacas gordas que eran devoradas por siete vacas flacas; el otro era sobre siete espigas llenas que eran consumidas por siete espigas secas.
Mira TambiénMoisés Y El Arca De La Alianza: Una Historia Llena De EnseñanzasJosé le dijo al faraón que ambos sueños significaban lo mismo: que habría siete años de abundancia seguidos por siete años de hambre en todo Egipto. También le aconsejó al faraón que nombrara a un hombre sabio para administrar los recursos del país durante los años buenos y guardar provisiones para los años malos.
El faraón quedó impresionado por la sabiduría de José y lo nombró como su segundo al mando, dándole el anillo real, una vestidura fina, un collar de oro y un carro. También le cambió el nombre por Zafnat-panea (que significa "el revelador de secretos") y le dio por esposa a Asenat, la hija del sacerdote de On.
José tenía treinta años cuando se presentó ante el faraón. José cumplió fielmente con su tarea y recorrió todo Egipto recolectando el quinto de las cosechas durante los siete años buenos. Llenó los graneros del faraón con tanto trigo que dejó de contarlos porque eran innumerables.
El reencuentro con sus hermanos
Cuando llegaron los siete años malos, el hambre se extendió por toda la tierra. Pero Egipto tenía pan gracias a la previsión de José. Desde todos los países venían a comprar trigo al faraón porque solo allí había alimento.
Entre los que vinieron estaban los hermanos de José, excepto Benjamín, el menor, que se había quedado con Jacob. Cuando se presentaron ante José para comprar trigo, no lo reconocieron porque había cambiado mucho desde la última vez que lo vieron. Pero él los reconoció al instante y decidió ponerlos a prueba para ver si habían cambiado también.
José les habló con dureza y los acusó de ser espías. Ellos se defendieron diciendo que eran hijos de un mismo padre, que eran doce hermanos en total, pero uno había muerto y otro se había quedado en casa. Entonces José les dijo que para comprobar su veracidad debían traer al hermano menor. Mientras tanto retuvo a Simeón como rehén y les dio trigo para llevar a su familia.
Los hermanos se sintieron culpables por lo que habían hecho con José años atrás y pensaron que esto era un castigo divino. No sabían que José los entendía porque usaba un intérprete para hablarles. Cuando oyó sus palabras se apartó para llorar.
Los hermanos volvieron a Canaán con el trigo, pero también con el dinero que habían pagado escondido en sus sacos. Esto les causó más temor porque pensaron que Dios estaba contra ellos. Le contaron todo a Jacob e intentaron convencerlo para enviar a Benjamín con ellos, pero él se negó porque no quería perderlo como había perdido a José.
Sin embargo, cuando se acabó el trigo tuvieron que volver a Egipto para comprar más alimento. Esta vez Jacob accedió a dejar ir a Benjamín bajo la responsabilidad de Judá, quien prometió traerlo sano y salvo.
Cuando llegaron ante José él los recibió amablemente y les preguntó por su padre. Al ver a Benjamín se emocionó mucho porque era su único hermano por parte de madre. Les invitó a comer con él en su casa e hizo poner más comida en el plato de Benjamín.
Conclusión
José fue vendido por sus hermanos por envidia y odio, debido a los sueños que Dios le había dado y al favoritismo de su padre. Sin embargo, Dios tenía un plan para José y lo usó para salvar a su familia y a muchas naciones de una gran hambruna. A pesar de las dificultades y las injusticias que sufrió, José confió en Dios y le fue fiel en todo momento. Al final, José perdonó a sus hermanos y se reconcilió con ellos, demostrando su gran amor y humildad.
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