11 Maneras De Ser Fuerte Y Valiente
La frase "sé fuerte y valiente" es familiar para la mayoría de la gente, incluso para los no cristianos. Pero, ¿Qué significa en la vida cotidiana de un creyente? ¿Qué te impide enfrentarte a tus miedos y superar los obstáculos? En este artículo, te vamos a mostrar 11 maneras de desarrollar tu fortaleza y tu coraje, para que puedas lograr tus metas y vivir con más confianza y felicidad.
- #1. Reconocer que Dios nos manda ser fuertes y valientes
- #2. Recuerda que Dios recompensará nuestra constancia
- #3. Usa la Palabra de Dios como guía para vivir con valentía
- #4. Saber que Jesús ya ha superado nuestras luchas
- #5. Dios estará con nosotros en los momentos difíciles.
- #6. Dios puede ser un refugio de paz mientras vamos
- #7. Debemos reclamar la victoria con audacia
- #8. Dios nos redime y nos llama por nuestro nombre
- #9. Ser fuerte y valiente nos recuerda que Dios es más grande que nuestros adversarios
- #10. Los poderes de este mundo no pueden dañar nuestra alma
- 11. Debemos permanecer atentos
#1. Reconocer que Dios nos manda ser fuertes y valientes
Josué 1:9 dice: "¿No te lo ordené? Sé fuerte y valiente. No tengas miedo ni te acobardes, porque el Señor, tu Dios, está contigo en todos los lugares donde vayas".
Estas palabras se registran cuando Dios le habla a Josué antes de que los israelitas entren en la Tierra Prometida. También podemos reclamar este mandamiento para nosotros. Siempre que nos encontremos en una encrucijada o en decisiones importantes, o incluso al comienzo de cada nuevo día, debemos ser fuertes en nuestra fe y valientes en nuestra decisión de actuar fielmente donde Dios nos ha mandado.
#2. Recuerda que Dios recompensará nuestra constancia
Santiago 1:12 dice: "Bienaventurado el hombre que se mantiene firme en la prueba, porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de la vida, que Dios ha prometido a los que le aman".
Puede ser difícil mantenerse firme bajo presión, pero Dios promete recompensarnos si lo hacemos. Sin embargo, no nos mantenemos fuertes sólo por la recompensa; Dios promete esta bendición a los que le aman y viven para él. Todos enfrentaremos pruebas en esta vida. La cuestión es cómo dejaremos que nuestra fe nos guíe a través de ellos.
Mira También11 Maneras De Amar Al Prójimo Como A Uno Mismo#3. Usa la Palabra de Dios como guía para vivir con valentía
Salmo 119:105 dice: "Tu palabra es una lámpara para mis pies y una luz para mi camino".
Cuando llegues a un lugar de duda o temor, vuelve a las Escrituras y refréscate con las grandes y preciosas promesas del Padre. Esto te ayudará a guiar tus pasos y a orientarte por caminos seguros y te animará a vivir fielmente a Dios.
#4. Saber que Jesús ya ha superado nuestras luchas
Juan 16:33 dice: "Estas cosas os he dicho, para que en mí tengáis paz. En el mundo tendrás tribulación. Pero anímate, yo he vencido al mundo".
Esta promesa de Jesús se produjo justo antes de lo que muchos pensaron que era una derrota impactante. Sin embargo, su muerte y resurrección por nuestros pecados resultó ser la mayor victoria de todos los tiempos: la victoria sobre el pecado y la muerte. Por lo tanto, la afirmación de Jesús de que ha vencido al mundo no es una mera exageración. Es la gloriosa verdad de que Él ya ha derrotado lo peor que Satanás puede ofrecer, y nosotros también podemos reclamar esa victoria.
#5. Dios estará con nosotros en los momentos difíciles.
Isaías 41:10 dice: "No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios; te fortaleceré, te ayudaré y te sostendré con mi justa diestra".
El miedo puede hacernos cuestionar nuestras decisiones o dudar de nuestra determinación. Cuando estamos consternados, podemos tener la tentación de retroceder o ceder a la derrota. Esta no es la vida audaz y llena del Espíritu que Dios tiene en mente para nosotros. Él nos recuerda cada día que siempre está a nuestro lado y que está dispuesto a ayudarnos y fortalecernos cuando lo necesitamos. Las palabras del himno suenan aquí: "Ningún poder del infierno, ninguna maquinación del hombre podrá arrebatarme de su mano".
#6. Dios puede ser un refugio de paz mientras vamos
Juan 14:27 dice: "La paz os dejo, mi paz os doy. No es lo que el mundo da lo que yo te doy. No se turbe tu corazón, ni tenga miedo".
Podemos encontrar momentos de calma o tranquilidad en el mundo, pero nunca podemos encontrar realmente una sensación de paz duradera y satisfactoria. Esto sólo viene de la presencia de Jesucristo en nuestros corazones a través de la obra del Espíritu Santo. Cuando reconozcamos su presencia y su poder para hacerlo, Él nos llenará de una paz que nos liberará de la preocupación y la ansiedad.
#7. Debemos reclamar la victoria con audacia
Romanos 8:37 dice: "No, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó".
El apóstol Pablo desentraña mucha teología profunda en su carta a los creyentes romanos, pero esta afirmación es una de las más poderosas. Enseña que ningún poder, ningún problema, ningún miedo puede separarnos del amor de Dios, sino que a través de todas estas pruebas ya somos victoriosos. Y más que una ligera victoria, podemos reclamar el dominio total sobre el poder del pecado a través del amor de Dios por nosotros.
#8. Dios nos redime y nos llama por nuestro nombre
Isaías 43:1 dice: "Pero ahora así dice el Señor, el que te creó, oh Jacob, el que te formó, oh Israel: 'No temas, porque te he redimido; te he llamado por tu nombre; eres mío'.
Cuando dudamos de Dios, a veces podemos pensar que no somos dignos de su amor. Deja que este versículo te recuerde que Dios te ha redimido y comprado, y no te dejará ir. Él conoce tu nombre, puede calmar todas las tormentas de tu corazón, y es suficiente para todas tus debilidades.
Mira TambiénCómo Saber Cuándo Dios dice No o Espera#9. Ser fuerte y valiente nos recuerda que Dios es más grande que nuestros adversarios
2 Crónicas 32:7 dice: "Sé fuerte y valiente. No temáis ni os asustéis ante el rey de Asiria y toda la horda que le acompaña, porque hay más con nosotros que con él. ".
Nuestras vidas están muy ocupadas, y ese ajetreo puede parecer abrumador, especialmente cuando nuestra propia fe se ve desafiada. Cuando nuestra determinación es atacada, debemos hacer lo posible por mantenernos firmes en las promesas de Dios. Esta promesa al pueblo de Israel sigue siendo clara y verdadera hoy en día: Dios es más grande que cualquiera que pueda venir contra nosotros, y su poder siempre puede salvarnos.
#10. Los poderes de este mundo no pueden dañar nuestra alma
Salmo 56:3-4 dice: "Cuando tengo miedo, pongo mi confianza en ti. En Dios, cuya palabra alabo, en Dios confío, no tengo miedo. ¿Qué puede hacerme la carne?".
No somos muy rápidos para dar nuestra confianza a otro. Muchas veces nuestra confianza puede ser errónea, y podemos sentirnos traicionados. Sin embargo, si confiamos en Dios y ponemos nuestra fe en Él, nunca quedaremos decepcionados. Él siempre abrirá un camino para nosotros, y podemos vivir con audacia y valentía sabiendo que ya ha superado nuestros peores temores. Así es como podemos confiar y vivir sabiendo que el mundo no puede tocarnos.
11. Debemos permanecer atentos
1 Corintios 16:13 dice: "Velad, manteneos firmes en la fe, actuad como hombres, sed fuertes".
El hecho de que Dios sea todopoderoso no significa que podamos relajar nuestra vigilancia. Ser fuerte y valiente no sólo es esencial en el fragor de la batalla, sino que es vital que estemos atentos a cualquier oportunidad que tenga Satanás para tentarnos. Nunca lograremos una vida perfectamente libre de pecado -sólo Jesucristo lo hizo-, pero podemos hacer todo lo posible por vigilar y rezar, y evitar la tentación apelando a las promesas de la redención de Dios.
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